domingo, 30 de marzo de 2008

El destacamento regresa invicto

El miércoles 26 de marzo, Lisandra Guerra, con 20 años de edad, se coronó en Manchester, Gran Bretaña, campeona mundial en la modalidad de 500 metros contra reloj en el Campeonato Mundial de Ciclismo de Pista, tras competir reñidamente con atletas de 37 países. ¡Qué sana y legítima satisfacción, porque es fruto de nuestra educación, nuestro deporte, nuestra juventud, nuestras mujeres! ¡Honor a quien honor merece! Pero hoy no hablaré del deporte. Ese mismo día 26, regresó invicto el Destacamento del Contingente Henry Reeve que prestó servicios de emergencia en Perú.

El terremoto se produjo el 15 de agosto de 2007. Su intensidad fue de 7,9 grados en la escala Richter. El destacamento arribó al Cuzco el 18 de agosto. Prestarían sus servicios durante dos meses, tiempo calculado como requerimiento urgente.La necesidad demandó dos veces y media más tiempo. Realizaron 153 292 consultas, entre ellas 65 299 en los propios hogares de los pacientes. Estuvieron en Perú hasta el 25 de marzo de 2008, siete meses y siete días.

Al mando del destacamento viajó el doctor Juan Carlos Dupuy Núñez, responsable del Contingente Henry Reeve cuando se creó el 19 de septiembre de 2005, jefe también de la Brigada Médica en Pakistán. Varios de los miembros del destacamento laboraron en Pakistán e Indonesia. Ni uno solo de los 77 hombres y mujeres dejó de cumplir su deber.Han escrito con letras de oro páginas imborrables en la historia. Contra esa dignidad y conciencia se estrellan las melladas armas del imperialismo.Dada la gratitud y reconocimiento del pueblo peruano, no fue moralmente posible partir de ese país sin que otros miembros del Contingente viajaran a prestar sus servicios.Hablaré en los próximos días de China. Ya está elaborado el material, faltarían sólo pequeños retoques.

No intenté siquiera escribir sobre la conmemoración del 20 Aniversario de la Batalla de Cuito Cuanavale, que fue la prueba suprema de la conciencia internacionalista alcanzada por nuestro pueblo. Prefiero que quienes fueron testigos personales de los heroicos acontecimientos a lo largo de un período que no duró un día, sino meses, hablen en honor de los gloriosos caídos.Ayer escuché la Mesa Redonda sobre el Congreso de los intelectuales y artistas de Cuba, a punto de iniciarse. No cabe duda de que los debates serán de gran interés.Estaremos atentos, observando los acontecimientos, mientras Bush hará de las suyas durante los primeros días de abril en Bucarest y el Mar Negro, como hemos denunciado. ¡Y ojo con el Vice! Así se advertía en los tiempos de la república colonizada.

Fidel Castro Ruz
Marzo 29 de 2008
7 y 16 p.m.
Reflexiones del compañero Fidel

sábado, 29 de marzo de 2008

miércoles, 26 de marzo de 2008

Prohibido controlar

Como poner algún control a los precios es un pecado de leso primer alanismo y la especulación no existe constitucionalmente, el gobierno no hace nada frente a la carestía que se vive en los mercados y la cadena de ajuste que se está produciendo en el resto de la economía.

La teoría que nos ha regido estos años afirma que los precios tienen que equilibrarse por efecto de la oferta y la demanda, y que si eso no ocurre es porque alguien metió las manotas del Estado en el proceso. Como en estos años hemos tenido ortodoxia hasta el empacho, y todo intento de intervención ha sido atacado desde todos los flancos posibles, debería suponerse que aquí no pasa nada y que lo que vemos es una inevitable turbulencia.

Es lo que dice Carranza, cuando anota que estamos ante una carestía importada y que al maíz y al trigo les va a meter subsidios como los que se están usando para el petróleo, o sea que va a regalar dinero a los polleros y al Grupo Romero. Aldo M ha avalado esta política de no tener políticas y amenazado con retirar el respeto que ahora tiene por García si cambia a su ministro de economía.

El hecho es que la gente no opina de la misma forma, no tanto por chavista o humalista, sino porque siente que cada día que va al mercado encuentra una nueva alza y que lo que subió hace dos semanas está volviendo a subir, y así sucesivamente. La teoría del buen Carranza, según la cual estamos en una “inflación de alimentos”, que no se extendería a otros sectores con mayor productividad que pueden ajustar sus utilidades, no se está cumpliendo para nada. Cada empresa está programando sus cotizaciones para plazos cada vez más cortos y ajustando sus precios de acuerdo a las variaciones que está anticipando. Eso está a la vista mientras el presidente busca armar debates sobre la recaudación municipal, el perro de la SUNAT y las ineficiencias del Congreso. Como es obvio, los neoliberales más coherentes (no como Aldo M) se han empezado a preocupar del desorden que brota por todos lados.

Y ahí es dónde podemos ver para lo que sirven ciertas teorías. En 1990, en medio de la tempestad de la hiperinflación, los ortodoxos encabezados por el actual amigo del APRA, Mario Vargas Llosa, decían que había que hacer un fuerte shock de precios, secar de moneda nacional la economía y luego liberalizar los precios. Con la gasolina a 30 veces el precio anterior y todos los precios principales a la suba, y con la gente sin dinero, la inflación tuvo que morir en cierto tiempo.

Las empresas y pequeños productores tuvieron que vender aunque sea a pérdida. El empleo y los salarios se desplomaron. Y los neoliberales pudieron decir: ya ven, la inflación es monetaria, quito moneda y ya no suben los precios. Hoy, después de 18 años, están volviendo a revisar los libros y concluyen: la inflación es monetaria, ¿y qué me hago con eso?

Que el BCR no compre más dólares, aunque el billete verde se vaya a 2 soles. Que se ajuste el gasto, aunque la plata se quede en el MEF. Cualquier cosa que no sea intervenir, controlar, gobernar. ¿Y ustedes creen que eso detendrá las alzas? Prueben, y van a ver.

Raúl Wiener

Analista

Calores que matan

Cuatro mil oceanógrafos reunidos en los Estados Unidos han llegado a la conclusión de que, si todo sigue así, el polo norte habrá desaparecido en el año 2015.

El calor amenaza no sólo al planeta que hemos pisoteado. Amenaza a la inteligencia. No tengo la menor duda de que si los trópicos no produjeron filósofos es porque el sopor de la calentura menoscaba las sinapsis, apaga las luces del lóbulo frontal y excita, en cambio, el remanente mamífero del cerebro humano.

Alguna vez en Asunción, a las dos de la tarde, caminé por una ciudad fantasma de la que brotaban humos de asfalto y fumarolas que se elevaban de los charcos. No era la siesta del amor a plena luz sino la estupefacción yacente de los 40 grados centígrados. Era el desmayo generalizado de una ciudad derrotada por los vapores de Satán. Siempre supe, además, que Roa Bastos escribió lo que escribió gracias al aire acondicionado. Y que si no fuera por el gas freón a Castro no se le hubiera ocurrido que podía hacer de Kruschev un cajero automático.

Otra vez, al asomarme a la puerta de un avión que acababa de aterrizar, fui golpeado por un vaho embrutecedor que parecía venir de las calderas de un verano alienígena. Pero no. No era Mercurio. Era San Juan de Puerto Rico, la bella y ensopada ciudad que te puede matar con sus hervores. La ciudad que llama guiso de gandules a uno de sus platos más populares.

Y cómo odiaba Madrid en los veranos de mi autoexilio. Madrid que a las dos de la mañana ardía como si la luna hubiese adquirido los hábitos del sol. Y cómo me vengaba de Madrid pensando que con esas temperaturas España sólo podía aspirar a Ortega Gasset (sucedáneo verboso de un Kierkegaard, un Spinoza o un Kant) o a Gregorio Marañón (una versión de bolsillo de Jung). Y siempre estuve seguro de que en invierno escribieron Hernández, Salinas y Machado. Como que tampoco es casualidad que al canalla de Franco se le ocurriera dar el zarpazo en pleno julio: lagartija gallega.

Una de mis peores pesadillas consiste en que estoy perdido en un pueblo reventado por el calor buscando a alguien que sé que no encontraré. La gente no me habla pero me escucha y al final encuentro la salida. Pero la salida es una puerta ridícula que, una vez abierta, me pone ante la vista de un desierto chamuscado y unos matorrales que ninguna brisa mueve. Porque en el sueño me fijo bien: de pura inmovilidad, todo parece pintado. Entonces me despierto (aunque ha habido veces que el sueño se ha alargado un capítulo y es cuando camino sin rumbo por un camino humeante).

Lo que quiero decir es que amo el frío y sólo tolero el calor cuando el mar está a tiro de piedra. Lo que he querido decir es que en los trópicos no está Henry Miller (los escribió en París) sino el señor notario que suda en un terno gris, el señor Ríos Montt en traje de fajina, el señor Arana goteando esperma en medio de sus indios esclavizados. Asocio el calor gotoso de Lima con todas las derrotas. Para mí el verano es una epidemia de cólera, una federación de mosquitos, los olores que prueban que no somos hijos de Dios.

Y ahora me traen la noticia de que el polo norte desaparecerá en el 2015. Y me dicen que los espejismos del calor se verán en las carreteras donde antes nevaba siete meses al año. Y que habrá peyotes en las cercanías de Anchorage. Y que Marc Anthony cantará en bividí en un Wembley plagado de calatos. Lo único que falta que me digan es que alrededor de ese mismo año Alan García regresará, al calor de las masas y en olor a multitudes, a gobernar el país que tanto lo merece.

César Hildebrandt

martes, 25 de marzo de 2008

Arte poética

En verdad, en verdad hablando,
la poesía es un trabajo difícil
que se pierde o se gana
al compás de los años otoñales.

(Cuando uno es joven
y las flores que caen no se recogen
uno escribe y escribe entre las noches,
y a veces se llenan cientos y cientos
de cuartillas inservibles.
Uno puede alardear y decir
“yo escribo y no corrijo,
los poemas salen de mi mano
como la primavera que derrumbaron
los viejos cipreses de mi calle”)
Pero conforme pasa el tiempo
y los años se filtran entre las sienes,
la poesía se va haciendo
trabajo de alfarero,
arcilla que se cuece entre las manos,
arcilla que moldean fuegos rápidos.

Y la poesía es
un relámpago maravilloso,
una lluvia de palabras silenciosas,
un bosque de latidos y esperanzas,
el canto de los pueblos oprimidos,
el nuevo canto de los pueblos liberados.

Y la poesía es entonces,
el amor, la muerte,
la redención del hombre.

Madrid, 1961 – La Habana, 1962

Javier Heraud

¿El Estado al servicio de los bancos o del interés general?

Eric Toussaint y Damien Millet
Rebelión


En muchos aspectos, la crisis financiera internacional que se extiende es un espléndido ejemplo que revela los engaños y de los renunciamientos de los promotores de la mundialización financiera, ya sea en los consejos de administración de los grandes bancos privados, o bien de las altas esferas de los Estados. Durante estos últimos años, el discurso dominante proclamaba que todo iba muy bien en el frente de la deuda. Gracias a los nuevos productos financieros, tales como la titularización de las acreencias, el riesgo se había dispersado entre una multitud de actores. Ninguna crisis a la vista, los beneficios eran maravillosos y el crecimiento sostenido.

Ahora su construcción se desmorona. ¿Cómo podría ser de otro modo cuando algunos grandes bancos efectuaban enormes operaciones fuera de balance, construyendo un castillo de naipes con unos créditos dudosos y contribuyendo a la creación de una burbuja especulativa en el sector inmobiliario, que finalmente estalló? El sistema, lejos de dispersar el riesgo, hizo todo lo contrario, y los grandes bancos acumularon las fragilidades. Cada uno de éstos se esforzó entonces en pasar la patata caliente a su vecino, que ya estaba enredado con la suya.

En vez de reconocer sus errores y de asumir todas las consecuencias, los grandes bancos llamaron entonces en su ayuda al Estado, cuya acción, por otra parte, no cesan de denigrar: No vacilaron en reclamar al Estado, al que, en general, consideran demasiado intervencionista, que tomara medidas públicas enérgicas. En efecto, los lobbies de la gran banca privada repiten que el poder público debe plegarse a las leyes del mercado, que son las únicas que pueden gestionar con eficacia los recursos y fijar los precios a su justo valor.

Como simples subordinados, los poderes públicos de Estados Unidos y de Europa se pusieron manos a la obra de buena gana: no se puede negar nada a los directivos de los grandes bancos que sostienen a los principales candidatos en la elección presidencial, y que se mueven en los mismos círculos cerrados. Así, los gobernantes se apresuraron a salir en rescate del sector privado. En el menú: nacionalización de los bancos en dificultades, cambio de títulos devaluados por dinero fresco (200.000 millones de dólares en Estados Unidos), inyección de liquidez, planes de salvamento, reducción de la tasa de interés...

En Gran Bretaña, país puntero de la mundialización neoliberal, la crisis derribó al banco Northern Rock en septiembre de 2007, el que finalmente fue nacionalizado en febrero de 2008. Una vez que la empresa sea reflotada a costa de la colectividad, será devuelta al sector privado. Del mismo modo, en Estados Unidos, cuando el Bear Sterns, quinto banco de negocios del país, se encontró en dificultades de pago, el 13 de marzo de este año, las autoridades monetarias organizaron un montaje financiero, con el concurso del banco JP Morgan Chase, el cual compró a continuación el Bear Sterns a precio de bicoca.

Esta crisis demuestra con claridad que someter la gestión de la economía mundial a la lógica del máximo beneficio representa un coste enorme para la sociedad. Los bancos han jugado con el ahorro y los depósitos líquidos de centenares de millones de personas. Sur errores conducen a pérdidas enormes y a dramas humanos, como fue el caso de la quiebra de la multinacional Enron en el 2001. Unos 25.000 asalariados de Enron se encontraron con un retiro irrisorio porque los fondos de pensiones de la empresa habían sido descapitalizados por los directivos, que vendieron discretamente sus acciones por más de mil millones de dólares.[1]

Entre el Norte y el Sur, las semejanzas son evidentes. En el Sur, la crisis de la deuda, producida a principios de los años 80, fue provocada por el aumento unilateral de los tipos de interés por Estados Unidos, lo que produjo una explosión de los desembolsos exigidos a los países del Tercer Mundo a los que los bancos habían incitado a tomar préstamos a tipo de interés variable. Al mismo tiempo, el hundimiento de los precios de las materias primas les impedía afrontar los pagos, sumiéndolos brutalmente en la crisis. El Fondo Monetario Internacional (FMI), teleguiado por Estados Unidos y otras potencias, impuso entonces a los países en desarrollo endeudados unos drásticos programas de ajuste estructural. En el menú, como en los países del Norte, recorte de los presupuestos sociales, liberalización total e inmediata de la economía, abandono del control de los movimientos de capitales, apertura completa de los mercados, privatizaciones masivas. Pero, a diferencia de lo que ocurre actualmente en el Norte, a los Estados del Sur se les impidió la reducción de los tipos de interés y el aporte de liquidez a los bancos, lo cual provocó una cascada de bancarrotas y fuertes recesiones. Finalmente, como ahora, el Estado tuvo que reflotar los bancos en dificultades antes de privatizarlos, a menudo en beneficio de las grandes sociedades bancarias estadounidenses o europeas. En México, el coste del salvamento de los bancos en la segunda mitad de los años 90 representó el 15 % del producto interior bruto (PIB). En Ecuador, una operación similar realizada en el 2000 costó el 25 % del PIB. En todos los casos, la deuda pública interna tuvo un fuerte crecimiento, pues el coste del salvamento de los bancos fue soportado por el Estado.

La desreglamentación económica de las últimas décadas ha terminado en un fiasco. La única salida válida es una inversión total de las prioridades: reglamentaciones muy estrictas para las empresas privadas; inversión pública masiva en los sectores que permitan garantizar el goce de los derechos humanos fundamentales y proteger el ambiente, la recuperación por los poderes públicos de las palancas de decisión para favorecer sin excepciones el interés general.

Si el tren neoliberal prosigue su carrera demencial, el crash está garantizado. Los que lo embalaron en esta vía quieren verlo aún más acelerado. La prueba más reciente: después de las últimas elecciones en Francia, Nicolas Sarkozy declaró que quería acelerar las reformas, mientras que los electores han expresado con claridad su rechazo a las opciones actuales. Nadie duda de que un giro económico importante en el nivel internacional no podrá suceder sin una fuerte movilización popular. Cuarenta años después de mayo del 68, ésta es cada vez más urgente, para lograr por fin cuestionar el capitalismo.[1]

En Estados Unidos, la jubilación de más de 40 millones de asalariados depende del plan 401K, creado en tiempos de Ronald Reagan. Se encuentran directamente expuestos a los vaivenes de los valores en la bolsa. En el caso de Enron, los directivos de los fondos de pensiones habían invertido el 62 % del capital en acciones de la empresa. Los fondos siguieron en su caída la cotización de la acción de Enron. Ver Eric Toussaint, La Bolsa o la Vida. Las finanza contra los pueblos, CLACSO, Buenos Aires, 2004. Capitulo IV: “La mundialización financiera en crisis”


Damien Millet, portavoz del CADTM Francia (Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo, www.cadtm.org), autor de África sin deuda, Icaria, Barcelona, 2008.

Eric Toussaint, presidente del CADTM Bélgica, autor de Banco del Sur y nueva crisis internacional, El Viejo Topo, Mataró, 2008; Abya Yala, Quito, 2008.

domingo, 23 de marzo de 2008

Iraq: Crimen flagrante

El intento de colonizar Iraq a través de la invasión de 2003 sólo llevó a la destrucción de ese país.

José María Aznar y su jefe Bush.

El todavía en curso crimen estadounidense de invadir y ocupar Iraq desde 2003 ha sido la agresión más infame y exhaustiva política y militarmente de la historia moderna, que se mofó tanto de todos los códigos morales de la humanidad como del derecho internacional.

A pesar de que el mundo entero, incluyendo el propio gobierno estadounidense, era completamente conciente de que eran falsos todos los pretextos para invadir Iraq (sus armas de destrucción masiva, su vinculación con el terrorismo o su liberación) y a pesar de que la comunidad internacional se oponía a esta agresión, el gobierno de Bush ignoró todo esto y a todo el mundo, e invadió una de las civilizaciones más antiguas del mundo, Iraq, con 6,000 años de historia, lugar donde se escribió la primera carta, donde se estableció la primera ley, donde se construyó la primera universidad, donde se utilizó la primera moneda, donde se creó el primer sistema de irrigación, donde se escribió el primer poema…

Destrucción sistemática

Lo que las autoridades de ocupación y sus agentes iraquíes han hecho durante estos últimos cinco años de control de Iraq y lo que continúan haciendo todavía hoy es incluso más flagrante. Iraq fue sometido a una destrucción sistemática. Han desmantelado el Estado, han abolido las instituciones, han destruido los sistemas educativo, sanitario, económico, de seguridad y de infraestructura; incluso han destruido completamente el tejido social y cultural.

Pero la peor de todas estas penalidades es el siniestro futuro que espera a Iraq. La vieja estrategia colonial de dividir y gobernar es totalmente responsable de las divisiones sectarias y cuanto más tiempo permanezcan en Iraq los ejércitos de ocupación, mayor es la posibilidad de una guerra civil y que el país se divida.

El gobierno estadounidense está trabajando con sus agentes en el gobierno iraquí para firmar un tratado a largo plazo que controlará Iraq política, económica (incluyendo el petróleo) y militarmente durante las próximas décadas.

Iman A. JamasRebelión

viernes, 21 de marzo de 2008

Un hombre de dolor y amor (a proposito de la semana santa)

Me obsede el recuerdo del poeta Juan Gonzalo Rose proclamándose crístico, en el sentido de que, al margen de iglesias y ritos, tenía él una visión en la cual armonizaban el socialismo y la religión.

En general, los poetas han tendido a privilegiar la imagen de un Cristo pobre, bondadoso y rebelde. En su poemario temprano Libro de horas, Rainer María Rilke clama: “¿Dónde está aquel que dejando los bienes y el tiempo / se ha fortalecido y elevado hasta la gran pobreza, / cuando arrancó sus ropas en la plaza del mercado / y avanzó desnudo delante del obispo?”

Antes, Víctor Hugo escribió en el siglo XIX un poema hermosísimo que finge redactado por un hombre rico de los días del Nazareno que denuncia ante las autoridades la presencia de un “forajido” que anda predicando doctrinas subversivas y llamando a la rebelión contra la injusticia. El nombre de ese indeseable, dice el ricachón, es Jesucristo. Había que reprimirlo.

Otro francés, Henri Barbusse, ya en el siglo XX, escribió Jesús, una biografía no autorizada en forma de versículos en la que se lee: “Mi reino no es de este mundo. Pero lo será. Porque mi reino es de este mundo, pero no es de este tiempo.”

En el Perú, en 1912, los anarquistas lanzaron una edición extraordinaria de su periódico La Protesta, dedicada a condenar la matanza de peones azucareros en Chicama. En esas páginas se incluye un poema de fustigantes belleza y poder. Esa creación, firmada con seudónimo, concluye con la imagen de un Cristo que avanza a la cabeza de una marcha rebelde. Rebelde y justiciera.

Cinco años después, ¡oh sorpresa!, el poeta ruso Alexander Blok escribe el estremecedor poema Los Doce, cargado de historia y premoniciones, y en que Cristo aparece también como un abanderado de la justicia.

No soy entendido en teologías, pero hace algún tiempo reproduje y comenté las conclusiones de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano efectuada en Aparecida, Brasil. Me basé en la información de Le Monde Diplomatique, edición peruana. El domingo último hemos publicado otro texto sobre esa cita católica, en la que se volvió a proclamar la opción por los pobres y los excluidos.

Hoy Viernes Santo, el catolicismo conmemora y llora el martirio y la muerte de Jesucristo y recuerda que Dios se hizo hombre para redimir a la humanidad.

Si Cristo, ese personaje de dolor y amor, volviera, condenaría, igual que ayer, a los usureros, los injustos y los hipócritas. Castigaría a los que se golpean el pecho en las iglesias, y fuera del templo torturan a los rebeldes, bombardean a inocentes, o hambrean a los pobres. El imperio lo volvería a crucificar, sin duda.

Pero el verbo de la Verdad avanzaría. Y la imagen rebelde se alzaría a la cabeza de la muchedumbre. Como en La Protesta, como en Blok.

sábado, 15 de marzo de 2008

Círculo AMAUTA

"Por un Perú nuevo dentro de un mundo nuevo"